sábado, 18 de abril de 2020

PREGUNTA: “¿La ‘adivina de Endor’ realmente llamó a Samuel de entre los muertos, o ella engañó a Saúl con ilusionismo?”


Ninguna de las dos. No obstante, indudablemente Samuel apareció desde el mundo espiritual, y conversó con Saúl en aquella ocasión. Saúl, rey de Israel, fuera de la gracia de Dios y del favor del hombre, habiendo abandonado a Dios y siendo abandonado por Él, busca ayuda en una fuente que antes él había tratado con todo el desprecio: una mujer con “un espíritu familiar”—una bruja. La profundidad de su desesperación se puede notar en el hecho de que por su propia orden muchos de los que practicaban el arte de la brujería y cosas semejantes, habían sido castigados con la muerte, debido a su mala influencia sobre el pueblo; y ahora, al no tener a quién recurrir en la tierra, recuerda al buen Samuel cuya sabiduría él había descartado en vida, ¡y ansiaba un consejo suyo! Y, para obtenerlo, busca ayuda de una bruja. Qué sorprendente ironía hay en esto. El que había expulsado a todos de la tierra, o había provocado que murieran, ahora consulta a uno de ellos para que le brinde la ayuda que ni Dios ni el hombre le podían dar. Además, también hay una fuerte ironía en el hecho de que él anhela una oportunidad más para escuchar las palabras de su amigo y consejero de aquellos días más felices. Cuán frecuentemente vemos esta situación en nuestro día a día. Ciertamente es una de las grandes tragedias de la vida que las palabras de bien y los consejos muchos las valoran cuando ya no está disponible.

La mujer hizo su encantamiento usual, lo común en esas sesiones, y Samuel apareció. Que esa fue una aparición real y no una aparición lograda con ilusionismo por la mujer, es claro por el hecho de que ella no esperaba que apareciera Samuel y, por consiguiente, no estaba preparada en lo absoluto para ese suceso. ¡Es claro en la narrativa que Saúl tenía más fe en la capacidad de ella para invocar a Samuel, que ella misma! Samuel realmente apareció; esta aparición no se dio ni por los poderes de la mujer, ni por la agencia de Satanás; fue una aparición real con el propósito de reprender tanto a la mujer como a Saúl.

La prueba positiva e irresistible del milagro, porque eso fue, se ve en el mensaje que Samuel entregó a Saúl en esa ocasión: “Además YHVH entregará a Israel contigo en manos de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estaréis conmigo” 1 Samuel 28:19). Adicional al anuncio del final del reino de Saúl, Samuel hizo dos predicciones: (1) los filisteos triunfarían en batalla contra Israel; (2) Saúl y sus hijos morirían al día siguiente de esa entrevista. Estos detalles ni la mujer, ni Satanás ni sus agentes los podían saber y, por lo tanto, debieron darse por inspiración. Así que Samuel realmente vino ante Saúl, no por brujería, sino por intervención divina y, por ende, el relato puede considerarse como una descripción auténtica de lo que aconteció ese día.

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