miércoles, 5 de octubre de 2016

¿Podemos ver todos la Biblia de la misma manera? (Entenderla)

¿PODEMOS VER TODOS LA BIBLIA DE LA MISMA MANERA?
Hace unos veinte años atrás, empezando el ministerio, escuchaba una contención de esas que lastiman los oídos de parte de la gente en las denominaciones: «Es que todos no vamos a ver la Biblia de la misma manera». Un cliché semejante a éste decía: «Cada uno tiene su propia interpretación de la Biblia, ¿y quién se va a atrever a decir quién está en lo correcto?». Un aspecto aún más perturbador de esta pregunta es el hecho de que hoy encontramos gente entre nuestros propios hermanos haciendo este tipo de alegato.

UNA DECLARACIÓN MÁS PRECISA

Para poder tratar con la pregunta de una manera más efectiva, vamos a delimitarla con más precisión. La expresaremos así: «¿Podemos todos entender la Biblia correctamente y de la misma manera?». La unidad a pesar del error podría ser una manera, pero no la que buscamos. Cuando miramos a la pregunta reformulada: «¿Podemos todos entender la Biblia correctamente y de la misma manera?», es evidente que aparecen ciertas situaciones alternativas. Si no la entendemos correctamente y de la misma manera, entonces:

1. ¿La entenderemos INCORRECTAMENTE Y DE LA MISMA MANERA? Ya hemos dicho que esto no es lo que buscamos, pero considere además que 2 Tes. 2:12 enseña que creer una mentira causará la perdición de quien la crea. Gál. 1:8-9 prohíbe la predicación de cualquier otro evangelio que no sea el que Pablo predicó. Seguramente entenderla incorrectamente no es la solución adecuada.

2. ¿La entendemos CORRECTAMENTE PERO NO DE LA MISMA MANERA? Parece que esto es lo que sugieren algunos. Evidentemente se contiende que hay muchas interpretaciones diferentes de la Biblia las cuales son correctas y aceptables. En 2 Pe. 1:20-21, aprendemos que, «…». Esto mostraría que las afirmaciones de los hombres que han sido movidos por el Espíritu Santo no se pueden interpretar de manera «privada» (subjetiva o personalmente).

Nos percatamos de que no todo principio bíblico se aplica a todas las personas de la misma manera. Por ejemplo, en 1 Tim. 2:11-15 vemos que el rol de la mujer en el programa de enseñanza de la iglesia no es igual al del hombre. Sin embargo, no hay un entendimiento diferente aquí. Ambos, hombres y mujeres pueden entender el rol de los hombres, y ambos, hombres y mujeres, pueden entender el rol de las mujeres.

Además, hay diferentes niveles de entendimiento (Ro. 14). Esto sencillamente se refiere a que algunos comprenden con más exactitud y claridad algunas verdades bíblicas, pero en cualquier grado que entendamos una verdad bíblica, hasta ese grado la entendemos de la misma manera.

LA BIBLIA ES VERDAD PROPOSICIONAL

La revelación de Dios viene en la forma de verdad proposicional, en la forma de la Biblia que ciertamente consiste en proposiciones verdaderas. Es la naturaleza de la verdad proposicional que todo lo que alguien ha dicho, lo ha dicho EXPLÍCITA o IMPLÍCITAMENTE, o de ambas maneras. La Biblia es una comunicación que tiene Dios con el hombre. Es una comunicación que el hombre puede recibir y captar. El hermano N. B. Hardeman, un gran predicador del evangelio de la época de la historia de la restauración, se vio ante la siguiente pregunta: «¿Es el evangelio tal cual Dios lo dio, apropiado para el hombre tal cual Dios lo hizo?». La respuesta obvia es: «Sí». No es natural creer que Dios deliberadamente diseñaría una comunicación para el hombre que es Su criatura, a quien Él conoce perfectamente, y sin embargo la diseñara de tal forma que el hombre no pueda entenderla correctamente.

Básicamente, entender la Biblia es simplemente una cuestión de entender las declaraciones EXPLÍCITAS y entender igualmente las declaraciones IMPLÍCITAS. Claro que no siempre es fácil hacerlo; sin embargo, es posible cuando se hace la aplicación correcta.

EXPLÍCITO E IMPLÍCITO

Aunque estos términos podrían no ser muy conocidos por el lector, la idea que conllevan sí lo es.

1. Una declaración EXPLÍCITA se entiende como una cuestión de lenguaje. Ésta involucra el entendimiento de una declaración al conocer el significado de las palabras que la componen y por el entendimiento de la gramática, la relación que esas palabras tienen las unas con las otras.

2. Una declaración IMPLÍCITA es la que se sugiere en otras declaraciones. Luego de que hemos entendido las declaraciones explícitas mediante la aplicación de nuestro entendimiento del idioma, entonces les aplicamos nuestro entendimiento de la lógica y aprendemos las implicaciones que éstas contienen. Así que el uso del IDIOMA es lo que nos ayuda a entender lo explícito, y guiándonos por esto, el uso de la LÓGICA nos advierte de las implicaciones.

DOS CONJUNTOS DE DECLARACIONES

Para hacer esto tan sencillo como sea posible, considere un ejemplo matemático. De la geometría aprendemos que podemos tener postulados con respecto a la naturaleza de una figura geométrica. Tenemos otro conjunto de postulados en la forma de reglas en cuanto a cómo debemos aplicar correctamente el primer conjunto. Este segundo conjunto es un conjunto de reglas de interpretación. Es obvio que debo tener dos conjuntos correctos de declaraciones y debo aplicarlos correctamente. Debo, no solamente tener el conjunto de correcto de declaraciones acerca de la figura geométrica, sino también un correcto entendimiento de cómo debería abordar dichas declaraciones.

Un ejemplo muy sencillo de estos principios podría encontrarse en un SILOGISMO. Consideremos el siguiente:

Todos los yaks son mamíferos
Sheba es un yak
Por lo tanto, Sheba es un mamífero.

Deben tomarse en cuenta dos cosas diferentes. Primero, cada declaración es entendida como una cuestión de palabras y la relación que tienen entre sí. Quizá el lector necesite consultar un diccionario para aprender qué es un yak, aunque probablemente la mayoría lo sabe. Si hubiéramos elegido un animal más exótico, sería necesario investigar por su definición. Luego, cuando cada premisa, la primera o la premisa mayor y la segunda o la premisa mejor, han sido entendidas, entonces, según lo establece la lógica, estamos preparados para obtener una conclusión que será una tercera declaración. Claramente, entender el significado de las declaraciones, las premisas mayor y menor, es una cosa y entender la naturaleza y uso de un silogismo es otra. Si, por ejemplo, hubiéramos dicho:

Todos los yaks son mamíferos
Sheba es un mamífero

No habríamos razonado correctamente que Sheba debe ser un yak. Esto habría sido un argumento inválido. Ambas declaraciones deben ser verdaderas y debemos entender ambas, sin embargo, el planteamiento de arriba lleva a una conclusión no garantizada ya que ésta hubiera involucrado un razonamiento inválido.

UNA RAZÓN POR LA QUE OCURRE EL ERROR

¿Por qué encontramos a personas honestas leyendo la Biblia, pero alcanzando conclusiones diferentes? Esto es complejo y requiere un alto grado de atención. Algunas veces tendemos a desacreditar la honestidad de las personas que están en desacuerdo con nosotros, pero este no siempre es el caso.

Sin embargo, será nuestra contención aquí que cuando las personas no entienden la Biblia, ellos han errado en entender mal el idioma o han utilizado reglas de interpretación inadecuadas.
Interpretar la Biblia mediante reglas inadecuadas producirá error tan fácil como si tuviera la Biblia equivocada.

¿CÓMO APRENDEMOS LAS REGLAS ADECUADAS?

Poco se ha escrito a la par de esta línea, sin embargo, es muy importante estudiar. La mayoría de los libros de Hermenéutica (la ciencia de la interpretación) parecen tratar el estudio como si todo fuera simplemente una cuestión de lenguaje. Este autor ha escrito un folleto para una pronta publicación, primero Dios, el cual desarrolla precisamente este asunto.

Hay dos fuentes básicas para aprender las reglas adecuadas de interpretación. Ninguna es subjetiva y las reglas no son arbitrarias.

1. Un estudio de la lógica. Ya que el hombre es un ser racional—hecho así por su Creador, Dios—entonces no es de extrañarse que Dios lo trate como a un ser racional. Las leyes del pensamiento racional son tan exactas y definidas como las demás leyes de Dios y se pueden descubrir mediante investigación. No son escogidas arbitrariamente, así como el hombre no decide sobre la ley de la gravedad. A través de la investigación aprendemos los procesos racionales que Dios ha establecido.

2. Un estudio de la Biblia. De hecho, hay reglas de interpretación que se exponen en la misma Biblia. Cualquier documento puede, en sí mismo, explicar cómo debe ser interpretado. Esta es una regla de interpretación comunicada.

¿Cómo debemos entender el silencio de Dios en varios asuntos? Debemos permitir que la Biblia misma nos muestre cómo se deben tratar los asuntos en los cuales Dios guarda silencio.

¿Cómo debemos entender los ejemplos de la Biblia? Debemos permitir que la Biblia nos diga cómo entenderlos.

El adecuado conjunto de reglas de interpretación de las Escrituras tendrá algunas reglas que son simplemente reglas de lógica y también algunas reglas que hemos derivado de estudiar cómo la Biblia nos explica la manera de interpretarla.

Ninguna de estas reglas es arbitraria

El punto importante es que en ningún caso las reglas de interpretación están sujetas al capricho del hombre. En ambos casos son producción de Dios y nuestro deber es descubrir lo que Él ha revelado.
Cuando dos personas llegan a conclusiones diferentes en su estudio de la enseñanza bíblica, alguna ha errado, por lo menos una y quizá ambas. Dios no solamente nos ha dado la Biblia, también nos ha dado los medios adecuados para interpretarla.

En conclusión, hacemos nuevamente la pregunta: «¿Podemos entender todos la Biblia de la misma manera?» Lo cierto es que la única manera en la que debemos entender la Biblia es DE LA MISMA MANERA.

BIBLIOGRAFÍA


Robert Camp, «Obligaciones por Implicación», The Spiritual Sword, Vol. 1, No 2, página 48.