LA NECESIDAD DE SABER COMO DIOS DECLARA SU VERDAD
En la Biblia hay por lo menos
seis tipos de declaraciones: (a) la
imperativa, (b) la declarativa, (c) la interrogativa, (d) la condicional, (e)
la expectativa, y (f) los relatos de acción. Es mediante el uso de estos
distintos tipos de declaraciones que
Dios ha comunicado Su mensaje al hombre.
Nadie puede entender la Biblia
sin comprender por lo menos algo de estos varios tipos de declaraciones y cómo
son usadas en la Biblia. Para ser un buen estudiante de la Biblia uno debe
entender: (a) que hay por lo menos seis tipos de declaraciones usadas en la
Biblia, (b) que, en cierto sentido, hay algo único en cada una de ellas, y (c)
que, a pesar de esa unicidad de cada una de ellas, todas comparten una
característica en común usada (a veces) por el Espíritu Santo para mostrar que
una acción es obligatoria (o positiva o negativamente) para los hombres hoy.
Un pasaje relevante para
considerar. Detengámonos a analizar brevemente un intercambio que hubo
entre dos conocedores de la palabra de Dios en un encuentro sin precedentes que
se dio como ejemplo para quienes deseamos aprender a manejar con precisión la
palabra de verdad: Mateo 4:1-11.
En la primera tentación el diablo
dijo: “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan” (Mat.
4:3). Resistiendo a la tentación Jesús le dijo: “Escrito está: "NO SOLO DE
PAN VIVIRA EL HOMBRE, SINO DE TODA PALABRA QUE SALE DE LA BOCA DE DIOS” (Mat.
4:4).
De modo que, el diablo lo llevó a
la ciudad, y poniéndolo sobre el pináculo del templo le dijo: “Si eres Hijo de
Dios, lánzate abajo, pues escrito está: ‘A SUS ANGELES TE ENCOMENDARA’, y: ‘EN
LAS MANOS TE LLEVARAN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA’” (Mat. 4:6).
Resistiendo a la tentación Jesús dijo: “También está escrito: "NO TENTARAS
AL SEÑOR TU DIOS” (Mat. 4:7). En esta tentación el diablo citó de Salmos. Resistiendo a la tentación Jesús
citó de Deuteronomio. Esto constituye
una prueba de que para entender un pasaje específico, uno debe: (a) analizar
cuidadosamente (en cuanto al significado de las palabras como a su sintaxis) la
declaración específica misma, (b)
razonar cuidadosamente el contexto
inmediato (lo que está inmediatamente antes y después) de la declaración
específica bajo consideración, y (c) el contexto
remoto (las declaraciones en el resto de la Biblia que son relevantes a la
declaración específica bajo consideración).
¿Qué debe concluirse tomando en
cuenta lo anterior? De lo anterior debe concluirse que toda la
instrucción bíblica es aplicable (relevante) para los hombres hoy (1) en principio o (2) en detalle específico.
(1) Toda la Biblia es relevante en principio para los hombres hoy.
Pablo dijo: “Toda Escritura es inspirada
por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena
obra” (2 Tim. 3:16-17). Este pasaje claramente enseña que toda la Escritura es útil para la doctrina. Sin embargo, debe reconocerse
que las Escrituras del Antiguo Testamento no
son obligatorias en cuando a detalles
específicos para los hombres hoy en día. Este es el caso porque el pacto
antiguo (incluyendo los Diez Mandamientos, 2 Cor. 3) fue clavado a la cruz (fue
anulado, quitado, Col. 2:14). Los hombres que hoy en día son hijos
(espirituales) de Dios no son hijos del pacto antiguo sino del nuevo (Gal. 4:21-31). Fue necesario que
Cristo quitara el primer pacto (el antiguo) para establecer el segundo (el
nuevo) (Heb. 10:9; comp. 8:8-10).
Así que, dos afirmaciones han
sido realizadas en este punto: (1) Toda la
Escritura es útil para la doctrina y (2) el antiguo pacto ha sido anulado, y de
este modo sus estipulaciones específicas
(por ejemplo, el ofrecimiento literal de sangre de animales en la adoración a
Dios) no constituyen una obligación
ni una opción para los hombres hoy.
Si estas dos afirmaciones son
verdaderas (y lo son), ¿entonces en qué sentido las Escrituras del Antiguo
Testamento tienen relevancia para los hombres hoy? Ellas son relevantes (tienen
vigencia—o
son obligatorias u opcionales) en
principio. El apóstol Pablo dejó claro esto cuando dijo: “Porque todo lo que fue escrito en tiempos
pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la
paciencia y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza” (Ro. 15:4). Muy
obviamente, ya que la ley de Moisés (el convenio) fue clavada a la cruz, Pablo
no está diciendo que los hombres hoy tengan que aprender y obedecer las
obligaciones específicas y las prohibiciones expuestas en la ley. Sin embargo,
él quiere decir que ya que el Señor es inmutable (nunca cambia en Su naturaleza
básica, Heb. 13:8) al estudiar cómo Dios reaccionó a las actitudes y
necesidades de varios hombres descritos en el Antiguo Testamento, los hombres
de hoy en día pueden aprender en
principio cómo Dios reaccionará a sus actitudes y necesidades bajo el Nuevo
Pacto.
Pablo siguió clarificando este
tema cuando, refiriéndose a varios eventos de la historia de los israelitas,
dijo: “Estas cosas sucedieron como
ejemplo para nosotros, a fin de que no codiciemos lo malo, como ellos lo
codiciaron” (1 Cor. 10:6). Luego Pablo también dijo: “Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como
enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos” (1
Cor. 10:11).
Los hombres hoy en día no están
sujetos a las instrucciones específicas
bajo las cuales estaban los israelitas pero de estos pasajes deberían aprender
que: (a) Dios nunca, durante el
período de vigencia de cualquier
pacto, ha tolerado que el hombre rehúse obedecer las instrucciones que Él ha
dado a cierto individuo, grupo o nación y (b) que Dios no tolerará el rechazo
del hombre a obedecer durante el período del Nuevo Pacto (desde el primer día
de Pentecostés seguido a la resurrección de Jesús de entre los muertos hasta
que Él vuelva, Hch. 2; 1 Cor. 15; Mat. 28:18-20). Es por esto que en el Nuevo
Testamento el Espíritu Santo usa las descripciones de ciertas acciones de
varios personajes del Antiguo Testamento para ilustrar ciertas actitudes y
acciones que son obligatorias para los hombres hoy en día (a saber, bajo el
Nuevo Pacto) (1 Cor. 10:6, 11; Heb. 11).
(2) Aunque es cierto que toda la Escritura es aplicable (relevante en
principio) para los hombres de hoy en día, ese no es el caso en asuntos de
detalles específicos. Aunque es cierto que todos los hombres hoy en día
pueden aprender (principios) de los
varios acontecimientos dados en las vidas de personas tales como Adán, Eva, Caín,
Abel, Noé, Abraham, de este hecho no debe concluirse que cualquier persona de
nuestros días será considerado como alguien obediente a Dios si él o ella (1)
Rehúsa comer del árbol en el centro del huerto de Edén, (2) ofrece sacrificio
de animales, (3) construye un arca de madera de gofer con las especificaciones
de Génesis 6, (4) deja su país para viajar hasta un lugar especificado por Dios
mismo, (5) ofrece a su hijo como sacrificio a Dios. Estas instrucciones no
aplican en cuanto a su detalle específico
a ninguna persona de nuestros días.