Si Dios existe en tres
Personas, y el cristiano debe adorar a Dios, ¿cómo se diferencia el
cristianismo de otros grupos religiosos que adoran varios dioses?
Hay algunas proposiciones fundamentales que uno
debe entender para así poder entender la diferencia entre el monoteísmo
(creencia en un solo Dios) y el politeísmo (creencia en varios dioses).
Monoteísmo
La religión original de la antigua civilización
humana era el politeísmo, a saber, la adoración de un solo, verdadero y Supremo
Ser. Esto está demostrado tanto por la Biblia como por el estudio de la
Antropología (Véase la obra de Wayne Jackson Biblical Studies in the
Light of Archaeology, pp. 5-6).
Génesis 1 comienza con la
afirmación, “Creó Dios los cielos y la tierra”. El término “Dios” en la Biblia
hebrea es Elohim. En su famosa obra Synonimous
of Old Testament (1871), Robert Girdlestone observaba que Elohim aparece
unas 2,555 veces en el Antiguo Testamento. En 2,310 de estos casos el título se
refiere al Dios verdadero, mientras que en las otras 245 referencias la palabra
se aplica en una variedad de “sentidos inferiores” (2000, 31).
Elohim es un término plural. Se
han ofrecido varias explicaciones para esta pluralidad (por ejemplo, la idea de
que la palabra está diseñada para reflejar la plenitud de la majestad divina,
es decir, el vasto “array” de cualidades imposibles de ser expresadas por un
término singular). Sin embargo, algunos eruditos ven en este término un sutil
vislumbre del concepto de la trinidad, el cual en consistencia con el principio
de la revelación progresiva se fue desarrollando hasta resplandecer plenamente
en el Nuevo Testamento.
Con respecto a la forma plural
Girdlestone declaró enfáticamente: “Es claro que el hecho de que la palabra
Elohim sea plural no apoya en absoluto al concepto del politeísmo” (íbid., 34).
Es significativo que el verbo que le sigue, “creó” (bara) es singular en número lo cual indica que la actividad
creativa fue una acción unificada (comp. Gén. 1:1 con Jn. 1:1). De este modo,
este reconocido erudito hebreo, aun evitando hacer una declaración definitiva
aún así declara:
“Ciertamente no es irrazonable
suponer que el Nombre de la Deidad, Elohim, fuera dado en esta forma al hombre
para prepararlo para la verdad de que en la unidad de la Deidad hay Tres
Personas” (Íbid, 34-35).
Es importante observar que los
escritores bíblicos afirmaron sin titubear que “Dios es uno” (comp. Deut. 6:4;
Stgo. 2:19) pero utilizaban pronombres plurales para describir su actividad
divina (comp. Gén. 1:26; 3:22; 11:7; Isa. 6:8). Jesús mismo dijo: “Yo y
el Padre uno somos” (Jn. 10:30).
Note que “Yo” y “mi Padre” refleja dos personalidades. El verbo “somos”
es plural. Y sin embargo se utiliza el singular “uno”. En el original griego el
numeral hen (uno) es de género
neutro, sugiriendo identidad de naturaleza. Por lo tanto, en esta declaración
hay una afirmación de dos personalidades compartiendo una misma naturaleza.
Pero ¿cómo puede Dios ser uno y
tres al mismo tiempo sin que esto sea una contradicción? La solución reposa en
el hecho de que los numerales se emplean en diferentes sentidos. Dios es uno en cuanto a su esencia o naturaleza divina; La Deidad es Tres en términos de personalidades distintas— Padre, Hijo y
Espíritu Santo (comp. Mat. 28:19-20; 2 Cor. 13:14).
Para aclarar en cierta manera de forma entendible (o sencilla) y a la vez reconociendo que el misterio de la trinidad divina es algo difícil de entender, sólo podemos explicarlo a través de los recursos que Dios nos ha permitido para poder comprender, según el nivel de capacidad que ha dado al ser humano. Me permito, en tanto que es posible, aplicar este tipo de ejemplo, citar lo siguiente:1+1 = 22+1= 3. Y si decimos que: X= 2 y que X + 1= 3, es lógico decir (también) que: 2 + 1= 3. Si 2 se puede usar como una sola unidad (como número solo), al mismo tiempo que en su esencia (o fraccionado este) se compone de dos números (por: 1+1), sin embargo es lógico afirmar, y no erraríamos al decir que 2 es UN número. Por lo tanto: 2 siendo representado como una sola unidad, es sin duda un numero, y AL MISMO TIEMPO dos números sumados que se componen y representan UN solo numero. En tanto que, 2 es el resultado de una suma (1+1), sin embargo no por eso deja de ser en sí mismo UN numero. Entonces al nombrar el numero 2, no nos referimos a este como unidad fraccionada, sino simplemente como una sola unidad diferenciada del resto de los números (ejemplo 2 es diferente de 3, de 4, 5, 6 etc.). Ejemplo:2 es 2. Como también: 2 es 2, y no es 3.Y concluimos que: 2 no es no 2. (Estos son ejemplos de las tres leyes de la lógica). El mismo principio podría ser aplicado al referirnos al 1 como unidad y al mismo tiempo que se compone por dos fracciones sumadas (0,5 + 0,5 =1), como obviamente a cualquier otro número 3 = Dios (Padre) 2= Jesús (Hijo) 1= Espíritu Santo (Tercera Persona de la trinidad) Dios es uno, al mismo tiempo que lo componen dos Personas más, y que concluyen en tres Personas (porque 2+1=3). Es decir: Dios es uno, no por eso deja de estar conformado por otras dos Personas más y no ser uno. Ocupando las leyes de la lógica podemos decir: (1) Dios es Dios. Dios es Dios y no es Hijo. (2) Dios no es no Jesús ni Espíritu Santo.
Para aclarar en cierta manera de forma entendible (o sencilla) y a la vez reconociendo que el misterio de la trinidad divina es algo difícil de entender, sólo podemos explicarlo a través de los recursos que Dios nos ha permitido para poder comprender, según el nivel de capacidad que ha dado al ser humano. Me permito, en tanto que es posible, aplicar este tipo de ejemplo, citar lo siguiente:1+1 = 22+1= 3. Y si decimos que: X= 2 y que X + 1= 3, es lógico decir (también) que: 2 + 1= 3. Si 2 se puede usar como una sola unidad (como número solo), al mismo tiempo que en su esencia (o fraccionado este) se compone de dos números (por: 1+1), sin embargo es lógico afirmar, y no erraríamos al decir que 2 es UN número. Por lo tanto: 2 siendo representado como una sola unidad, es sin duda un numero, y AL MISMO TIEMPO dos números sumados que se componen y representan UN solo numero. En tanto que, 2 es el resultado de una suma (1+1), sin embargo no por eso deja de ser en sí mismo UN numero. Entonces al nombrar el numero 2, no nos referimos a este como unidad fraccionada, sino simplemente como una sola unidad diferenciada del resto de los números (ejemplo 2 es diferente de 3, de 4, 5, 6 etc.). Ejemplo:2 es 2. Como también: 2 es 2, y no es 3.Y concluimos que: 2 no es no 2. (Estos son ejemplos de las tres leyes de la lógica). El mismo principio podría ser aplicado al referirnos al 1 como unidad y al mismo tiempo que se compone por dos fracciones sumadas (0,5 + 0,5 =1), como obviamente a cualquier otro número 3 = Dios (Padre) 2= Jesús (Hijo) 1= Espíritu Santo (Tercera Persona de la trinidad) Dios es uno, al mismo tiempo que lo componen dos Personas más, y que concluyen en tres Personas (porque 2+1=3). Es decir: Dios es uno, no por eso deja de estar conformado por otras dos Personas más y no ser uno. Ocupando las leyes de la lógica podemos decir: (1) Dios es Dios. Dios es Dios y no es Hijo. (2) Dios no es no Jesús ni Espíritu Santo.
POLITEÍSMO
Sin embargo, en el punto
siguiente a la creación del hombre y su expulsión del Edén, pronto los hombres
empezaron a apartarse de la noción de adorar a un solo Dios. Comenzaron a
personificar las distintas fuerzas de la naturaleza (sol, luna, estrellas,
fuego, aire, agua, etc., y a adorarlas). En los antiguos Vedas (composiciones
literarias “sagradas”) de la India encontraremos himnos dirigidos a estas
entidades. La teología hindú, con sus numerosas deidades, desarrolló a partir
de su concepto panteísta, la noción de que finalmente todos poseemos la
naturaleza “divina”. Esto no es en absoluto distinto a las principales
afirmaciones de la ideología de la Nueva Era.
El politeísmo se aferra al
instinto religioso básico del hombre, es decir, en la necesidad de creer en un
poder superior, pero rechazando a la única y verdadera Deidad a quien el hombre
debe dar cuentas.
Algunos cultos, ostensiblemente
relacionados con el “Cristianismo”, también abogan por cierto tipo de Politeísmo.
Los mormones son uno de éstos.
Los dioses del mundo pagano
antiguo eran heterogéneos. Eran viciosos, bélicos, caracterizados por una
absoluta inmoralidad. Se apareaban y producían nuevos dioses; batallaban
ferozmente entre sí y se destruían los unos a los otros. Eran muy distintos en
su temperamento y naturaleza.
Considere la breve descripción
que hace Pablo en su carta a los romanos:
Profesando ser sabios, se
volvieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una imagen
en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles (Romanos
1:22-23).
CONCLUSIÓN
Por consiguiente hay una vasta
diferencia entre la Deidad de las Escrituras— la cual es única, eterna y
perfecta, manifestada en Tres Personas—y las discordantes, temporales,
facciosas y ficticias deidades que fueron fabricadas en la imaginación de la
rebelde familia humana.
Fuentes/Referencias
- Girdlestone,
R. B. 2000. Synonyms of the Old Testament. Peabody, MA:
Hendrickson.
- Jackson,
Wayne. 1982. Biblical Studies in the Light of Archaeology. Stockton,
CA: Christian Courier Publications.