lunes, 29 de abril de 2013

Principios Básicos de la Interpretación, Parte IV


¿Pueden las declaraciones imperativas (mandatos)
ser obligatorias para los hombres hoy?

Una mirada a una falsa posición. Que la respuesta al encabezado arriba debe ser afirmativa es un punto de vista compartido por casi todos. Sin embargo, la respuesta a la pregunta no es tan obvia como muchos creen a primera vista.

Este es ciertamente el caso si uno afirma, como algunos lo hacen, que la única manera en la que una cosa puede probarse como algo esencial (para los hombres de hoy en día) es mediante un mandamiento. Hemos observado anteriormente que algunos hermanos están afirmando ahora que nada enseñado implícitamente en la Biblia es, o puede ser, obligatorio para los hombres hoy. Estos hombres sostienen que si la habilidad para deducir (inferir) una conclusión ha sido utilizada, entonces la conclusión ni es ni puede ser doctrina de Cristo sino que meramente es una doctrina humana. Este es el caso, según ellos, aunque (1) el proceso de razonamiento sea válido y (b) la conclusión (obtenida de las declaraciones explícitas de la Biblia) sea verdadera.

Ahora bien, supongamos a manera de ilustración que alguien afirma ambas de las siguientes proposiciones: (1) que una cosa sólo puede probarse como esencial solamente por ser un mandamiento directo (en la Biblia) y (2) que solamente lo que se ha enseñado explícitamente puede ser obligatorio para los hombres hoy. ¿Qué se sigue? Se sigue que, nada enseñado en la Biblia es o puede ser obligatorio para ninguna persona hoy en día. ¿Por qué es este el caso? En primer lugar, es el caso porque no hay mandamientos en la Biblia dados directamente a ningún individuo vivo en la tierra en la actualidad. En segundo lugar, porque no existe ninguna declaración explícita de la Biblia que esté dirigida a alguien de hoy en día en la cual se le indique que sólo debe tomar en cuenta como obligatorios aquellos pasajes que estén dirigidos explícitamente a él.

Declaración de la verdadera posición en cuanto a los mandamientos. “Mandar” es dar instrucciones en una forma autoritativa, dar órdenes. Por supuesto que en la Biblia hay muchos mandamientos. Pero debe considerarse: (a) que algunos mandamientos exponen asuntos que son obligatorios para los hombres hoy en día, (b) que no todos los mandamientos en la Biblia exponen instrucciones que sean obligatorias para los hombres hoy en día, (c) que para que algún hombre sepa que una declaración dada en la Biblia (aun un mandamiento— es decir, una declaración imperativa) es obligatoria para cualquier persona viva hoy, él debe inferir (deducir) esa verdad de algunas declaraciones explícitas en la Biblia y (d) que hay varios tipos de mandamiento en la Biblia. En este estudio el término “mandamiento” será usado no sólo para referirse a las aseveraciones positivas de que algo debe ser creído o realizado sino también a las prohibiciones con respecto a actitudes, creencias, estados de las cosas, y acciones.

Seguramente es el caso que ningún estudiante de la Biblia cree que todo mandamiento en la Biblia es obligatorio para los hombres hoy en día. Veamos algunos mandamientos que no son obligatorios para los hombres en la actualidad.

(1)    Génesis 2:16-17.

“Y ordenó el SEÑOR Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás”.

Aunque es claro que la opción de comer de cualquier árbol del huerto de Edén (con una sola excepción) y la prohibición de comer del árbol del conocimiento del bien y del mal fue algo obligatorio para Adán y Eva, es igualmente claro que esta instrucción no es de obligación para ninguna persona de la actualidad.

¿Cómo pueden los hombres hoy saber que esto es así? Retornando a la tesis de este curso: para decidir con exactitud si una instrucción bíblica es obligatoria para los hombres de la actualidad uno debe adquirir toda la evidencia relevante (“el contexto total”) en la Biblia y llegar (mediante el uso correcto de la lógica) solamente a las conclusiones que estén garantizadas por la evidencia. Así que para decidir si Génesis 2:16-17 expone una instrucción que es obligatoria en cuanto a su detalle específico para los hombres en la actualidad uno debe: (1) obtener toda la evidencia relevante en la Biblia y (2) llegar solamente a las conclusiones que permita la evidencia.

Ya que es claro que Dios dio únicamente a Adán y Eva esa instrucción registrada en Génesis 2:16-17 y ya que es claro que ninguna instrucción en ninguna parte de la Biblia enseña que alguien hoy en día deba considerar esta orden como obligatoria en detalle, y ya que todos los hombres de hoy en día están sujetos únicamente al Nuevo Pacto, entonces la evidencia bíblica garantiza la deducción de que la instrucción de Génesis 2:16-17 no es obligatoria en cuanto a su detalle específico para nadie en la actualidad.

De manera que debe observarse que los hombres hoy en día pueden saber que la instrucción registrada en Génesis 2.16-17 era obligatoria para Adán y Eva en su detalle específico pero no es obligatoria para ninguna persona en la actualidad y (2) que los hombres hoy pueden adquirir este conocimiento simplemente al reconocer y actuar en armonía con la tesis de este curso. Esto no es un asunto de mera probabilidad sino de conocimiento.

(2)    I Corintios 14:1

“Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los dones espirituales, sobre todo que profeticéis”.

La instrucción fue escrita a “la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús…” (1 Cor. 1:2). Es obvio que los cristianos de Corinto fueron mandados a: (a) en general a desear los dones espirituales y (b) más específicamente a desear profetizar. Tener un don espiritual era tener poder milagroso. El don espiritual de la “profecía” capacitaba a su receptor a predicar infaliblemente el evangelio de Cristo. No hay duda que en el tiempo en el que Pablo escribió la primera epístola a la iglesia de Corinto, los cristianos fueron mandados a desear los dones espirituales de poder milagroso. ¿Está dirigido este mandamiento también a los cristianos de la actualidad? ¿Son obligatorias las instrucciones de este mandamiento para los cristianos hoy en día? ¿Es posible que haya mandamientos en el Nuevo Testamento los cuales involucren acciones que no son obligatorias para los cristianos ahora mismo?

No solamente es posible; es el caso: los mandamientos en este pasaje no son obligatorios para los cristianos en la actualidad. ¿Pueden los hombres saber que este es el caso? Sí. ¿Cómo? Reconociendo como verdadera y actuando en armonía con la tesis de este estudio: (a) mediante un proceso inductivo, recopilando toda la evidencia relevante y mediante un proceso deductivo, obteniendo solamente aquellas conclusiones que estén garantizadas por la evidencia, rechazando cualquier conclusión que no esté respaldada por la evidencia.

¿Cuál es la evidencia relevante necesitada en este caso? En primer lugar, el contexto inmediato (1 Cor. 12, 13, 14) aclara (especialmente en 1 Cor. 13.8-13): (a) que el propósito de dar dones milagrosos a los cristianos durante los primeros años de existencia de la iglesia era para tener una parte en la revelación (Jn. 14:26; 16:13; Hch. 2:1-47) y en la confirmación (Heb. 2:1-4; Jn. 20:30-31; Hch. 2:1-47; Hch. 8:1-25) del evangelio de Cristo y (b) que el propósito sería cumplido (con el resultado de la cesación de los dones milagrosos) cuando llegara “lo perfecto”. Esto iba a ocurrir cuando la escritura del evangelio fuera completada, de manera que los hombres tendrían “la ley perfecta, la ley de la libertad” (Stgo. 1:25) escrita. Entonces lo que era “en parte” (los dones milagrosos que revelaron y confirmaron el evangelio) cesarían (es decir, ya los hombres no tendrían poderes milagrosos). Nadie en la actualidad tiene poderes milagrosos. La palabra de Dios ha sido entregada “de una vez para siempre” a los santos (Judas 3), escrita y confirmada (Heb. 2:1-4; Mr. 16:17-20).

En segundo lugar, el contexto remoto confirma esta enseñanza del contexto inmediato. Efesios 4:8-13 aclara que los dones milagrosos tenían el propósito de acompañar a la iglesia solamente hasta que se completara la fe (en su forma escrita).

Así que al reconocer un apropiado uso de la tesis de este curso se ha aclarado que por lo menos algunos mandamientos aun en el evangelio no son obligatorios para los cristianos en la actualidad. La evidencia total aquí constituye también una verificación de que nuestra tesis es verdadera.

(3)    1 Corintios 14:39-40.

“Por tanto, hermanos míos, anhelad el profetizar, y no prohibáis hablar en lenguas.
Pero que todo se haga decentemente y con orden”.

En estos dos versículos se encuentra lo siguiente: (a) dos mandamientos que no son obligatorios para los hombres en la actualidad y (b) un mandamiento que es obligatorio para los hombres hoy en día. ¿Son verdaderas las aseveraciones de la declaración anterior? Sí. ¿Pueden los hombres saber que son verdaderas? Sí. ¿Cómo? (a) Reconociendo la veracidad de y (b) actuar en armonía con la tesis básica de este estudio. En el versículo 39, se dan dos mandamientos: (a) anhelar la profesía y (b) no prohibir el hablar en lenguas. En la sección precedente, se ha establecido ya que los dones milagrosos iban a cesar cuando la escritura del Nuevo Testamento (el evangelio de Cristo) fuera completada. Sin repetir esa evidencia aquí, es claro que la evidencia total garantiza la deducción de que ninguno de estos mandamientos es obligatorio para nadie hoy en día. En lugar de estar bajo la obligación de desear los dones espirituales, los hombres de hoy en día no tienen esa obligación (la evidencia total de la Biblia prueba este es el caso). Y en lugar de estar bajo la obligación de no prohibir “hablar en lenguas”, los cristianos de la actualidad están bajo la obligación de enseñar a otros que está mal o intentar hablar en lenguas (mediante poder milagroso) o afirmar que uno es capaz de hacerlo. Este es el caso porque la evidencia total de la Biblia garantiza esta deducción. Aún más, las instrucciones detalladas en 1 Corintios 14:27-32 no son obligatorias en cuanto a su detalle específico para nadie en la actualidad.

En el versículo 40 hay un mandamiento que es obligatorio para los hombres hoy en día. Sin embargo, la discusión de ese mandamiento lo dejaremos para la siguiente sección.

Algunos mandamientos que son obligatorios para los hombres hoy en día. Se ha establecido que algunos mandamientos expresados en la Biblia no son obligatorios para los hombres en la actualidad. Se ha demostrado que la tesis básica de este estudio ha sido verificada mediante la consideración lógica de la evidencia bíblica involucrada. Ahora debemos volver  nuestra atención hacia la duda de si algunos mandamientos expuestos en la Biblia son obligatorios para los hombres en la actualidad.

(1)    Marcos 16:15.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

En este pasaje la palabra “id” es la traducción de un participio aoristo y tiene el significado básico de “habiendo ido” (modo indicativo, no imperativo). (Para entender la naturaleza obligatoria de la instrucción concerniente a “id por todo el mundo” necesita usar la deducción lógica, comp. Mat. 28:18). La palabra “predicad” es la palabra que manda. Así que el pasaje podría traducirse: “Habiendo ido por todo el mundo, prediquen el evangelio a toda criatura (persona)”. ¿Obliga esta declaración imperativa a los hombres de hoy en día? Sí. ¿Pueden los hombres saber que esto es obligatorio? Sí. ¿Cómo? Reconociendo la veracidad y actuando en armonía con la tesis básica de este curso. En la declaración misma, Jesús da un mandamiento a sus apóstoles. Ese mandamiento los obliga (a los apóstoles) a predicar el evangelio a toda persona en el mundo. Pero la pregunta crucial es: ¿esto obliga a los hombres hoy en día a predicar el evangelio a toda criatura en el mundo? Sí, lo hace—pero la información de por lo menos otro pasaje debe ser tomada en cuenta y razonada adecuadamente para que este sea el caso.

Según Mateo 28:18-20,

Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.

Nuevamente, Jesús da la instrucción a los apóstoles. No hay un mandamiento directo  en este pasaje para ninguna persona de la actualidad. ¡En este pasaje no hay mandamiento directo para Rolando Rovira, Esteban Rodríguez, Carlos Hugues, Julio Cruz o para algún otro creyente en la actualidad! Dado el falso punto de vista ya mencionado en el que solamente por medio de un mandamiento directo se prueba que algo es esencial, entonces esto significaría que ninguno de los hombres mencionados está obligado (ni aun se le puede permitir) a predicar el evangelio por la autoridad de la Gran Comisión. Ya que la doctrina bajo análisis implica una falsa doctrina, esa doctrina es falsa en sí misma.

El pasaje a mano, Mateo 28:18-20 es parte del contexto remoto de Marcos 16.15. Este es el caso porque ambos tratan con el momento en el que Jesús da la Gran Comisión a sus discípulos.

En Mateo 28:18-20 Jesús (a) afirmó que toda autoridad le había sido dada, (b) ordenó a los apóstoles que, habiendo ido, hicieran discípulos (hay imperativo en esta oración) de todas las naciones, (c) mediante el uso de dos frases en participio (ambas involucrando participios presentes con función modal) aclara que los perdidos se hacen discípulos cuando son enseñados y bautizados, (d) aclara que, al hacerse discípulos, los hombres deben instruirse en todas las cosas que Jesús mandó (a los apóstoles), y (e) afirmó que Él estaría con ellos hasta el fin del mundo. Al considerar cuidadosamente la totalidad de la evidencia en este contexto a la luz de la obligación de razonar correctamente, es claro que debe aplicarse la inferencia de que todas las personas en edad responsable durante toda la era del evangelio (hasta el fin del mundo) están obligadas a los detalles expresados en la Gran Comisión.

Así que en armonía con la tesis básica de este curso, al utilizar el mandamiento inmediato expresado en Marcos 16:15, su contexto inmediato, y el contexto remoto expuesto en Mateo 28:18-20, el mandamiento a predicar lo podemos considerar como obligatorio para todos los hombres de la actualidad. Debe notarse que este es el caso no simplemente porque  está involucrada una declaración imperativa (un mandamiento) sino porque la tesis de este curso fue reconocida y seguida— Es decir, porque el razonamiento válido al considerar la evidencia total garantizó esa conclusión. Se demuestra que la tesis de este curso es tan crucial como confirmada.

(2)    Hechos 2:38.

“Y Pedro les dijo: Arrepentíos y sed bautizados cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”.

En este pasaje hay: (a) la declaración de dos mandamientos: arrepiéntanse y bautícese cada uno de vosotros, (b) la aclaración del propósito de obedecer los dos mandamientos: el perdón de los pecados y (c) una promesa: el don del Espíritu Santo. De todo el material de la sección anterior es relevante mostrar que los dos mandamientos son obligatorios para los hombres hoy en día. Tanto Marcos 16:15-16 como Mateo 28:18-20 (junto con otros pasajes tales como Rom. 6:3-5; Gál. 3:26-27; Hch. 22:16) son parte del contexto remoto de Hechos 2:38. Ya que estos pasaje muestran: (a) lo que los apóstoles debían predicar a los hombres que hicieran para ser salvos y (b) que lo que predicaron con respecto a este tema era de obligatoriedad para todas las personas en edad responsable hasta el fin del mundo, es claro que los mandamientos de “arrepentirse” y “bautizarse” para el perdón de pecados son de carácter obligatorio para los hombres hoy en día.

Al concluir esta sección se repite la pregunta: ¿cómo se puede determinar si un mandamiento (expuesto en la Biblia) es obligatorio para los hombres en la actualidad? Cómo aclaramos en la introducción, la tesis básica de este curso es: Para decidir con exactitud si alguna instrucción bíblica (incluyendo un ejemplo de acción, mandamientos, declaraciones, preguntas, etc.) es vinculante (obligatoria) para los hombres hoy en día, uno debe: (a) analizar cuidadosamente (tanto las palabras mismas como su sintaxis) la declaración específica misma bajo consideración, (b) evaluar cuidadosamente la evidencia tanto en el contexto inmediato como en el contexto remoto, y (c) llegar solamente a las conclusiones que estén garantizadas por esa evidencia. Esa tesis ha sido verificada (confirmada) mediante el estudio conducido. Así que para determinar la obligatoriedad de un mandamiento de la Biblia el estudiante debe reconocer y actuar en armonía con la tesis que hemos expuesto y validado.