jueves, 29 de marzo de 2012

¿Pueden los vivos comunicarse con los muertos?

En su informativo libro Understanding the New Age [Comprendiendo la Nueva Era], Russell Chandler observa que cerca de la mitad de nuestra población adulta (42%) creen que han estado en contacto con alguien que está muerto (1988). Esto fue mucho más alto (15%) que el porcentaje conseguido en una investigación conducida en 1977. Desde luego no hay nada nuevo con respecto a la necromancia (el intento de comunicarse con los muertos); es casi tan antiguo como la muerte misma. Sin embargo, la misma ha recibido un relanzamiento recientemente con la llegada de la filosofía de la “Nueva Era” bajo la influencia de destacados personajes como Shirley MacLaine (1983).

ESPIRITISMO ANTIGUO
La necromancia fue practicada en la antigua Babilonia y también en Egipto (el cual fue conocido como “la madre de lo oculto”). Hay considerable evidencia en el Antiguo Testamento que aun los hebreos estuvieron involucrados en esta práctica. Durante el tiempo del reinado del malvado Manasés sobre Judá, se decía que el rey “…practicó la hechicería, usó la adivinación y trató con médium y espiritistas. Hizo mucho mal ante los ojos del SEÑOR, provocándole a ira” (2 Re. 21:6).

Alguien que procuraba comunicarse con los muertos era considerado un necrómano; por eso el término se refiere a alguien que pretende obtener conocimiento sobrenatural desde más allá de la tumba. Se decía que esa persona tenía un “espíritu familiar” (en la actualidad les llaman “controles”) el cual podía transmitir la información deseada. Así que Moisés escribió: “No sea hallado en ti nadie quepractique adivinación, ni hechicería, o sea agorero, o hechicero, o encantador, o médium, o espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace estas cosas es abominable al SEÑOR” (Deut. 18:10-12). Y en otra parte: “No os volváis a los médium ni a los espiritistas…” (Lev. 19:31), pues “la persona que vaya a los médium o espiritistas, para prostituirse en pos de ellos, también pondré mi rostro contra esa persona y la cortaré de entre su pueblo” (20:6). Eso, por supuesto, implicaba la pena de muerte (v.27).

¿Podían los perversos de tiempos antiguos comunicarse realmente con los muertos? ¿Pueden hacerlo hoy también? Algunos contienden que durante la economía mosaica realmente había personas que podían comunicarse con los muertos y así, con un conocimiento sobrenatural obtenido por ellos, podían predecir el futuro. Argumentan que difícilmente se habría impuesto la pena de muerte para simples farsantes.

Sin embargo, a nosotros nos parece que este argumento es inválido. Baal y los demás “dioses” del antiguo paganismo no eran dioses en absoluto (Gál. 4:8; comp. 1 Cor. 8:5, 6), sin embargo había leyes (conllevando pena capital) contra esos cultos. Aún así hay quienes hoy día, aunque se oponen fuertemente a la necromancia, sienten que verdaderamente estos mensajes venían del mundo de los muertos. Chandler comenta:

Parece haber evidencia convincente que alguna información específica había sido transmitida desde la tumba, y que los médium a través de los cuales se transmitía dicha información no tenían otra manera de obtenerla (84).

Otros, quienes niegan que hoy alguien pueda comunicarse con los muertos, no obstante creen que por medio de los médium espiritistas las fuerzas ocultas (por ejemplo, los demonios) están actuando.

Este escritor cree que la mejor evidencia indica que nadie, en el pasado (a menos que haya sido con la intervención divina) o en el presente puede hablar con los muertos, y que los demonios no se manifiestan en el mundo de hoy.

Es interesante notar que el término “médium”, empleado en el Antiguo Testamento, en la Septuaginta (la versión griega del Antiguo Testamento) fue traducido con el término eggastrimuthos el cual significa literalmente “profetizar desde el vientre” —sugiriendo así que eran ventrílocuos y no comunicadores reales de los muertos.

LA ADIVINA DE ENDOR
Los intentos por comunicarse con los muertos son pecaminosos y fútiles. El espiritismo está mal porque: (1) Refleja una desviación hacia el paganismo abandonando a Dios. Isaías preguntó en una ocasión: “¿No debe un pueblo consultar a su Dios? ¿Acaso consultará a los muertos por los vivos? (Isa. 8:19). (b) El espiritismo es una obra de la carne. Uno de los males que mencionó Pablo en Gál. 5:19ss es la hechicería. El término griego es pharmakeía, que originalmente tenía que ver con el uso de drogas (compare nuestro término “farmacia”), pero que luego se utilizó en un sentido más general. James McKnight dice que se emplea en cuanto a “aquellas artes de encantamiento y embrujos, y de todas las supuestas comunicaciones con poderes malignos invisibles, por esto los sacerdotes paganos promovían la reverencia y adoración de sus dioses, y se enriquecían así” (1954, 301).

Además, los esfuerzos para comunicarse con los muertos son inútiles. Los muertos no pueden informar a los vivos acerca de los eventos de esta tierra porque “los muertos nada saben…debajo del sol” (Ecl. 9:5-6)es decir, ellos no están al tanto de lo que sucede en este mundo. Deane comenta: “Lo que pase en la tierra no les afecta [a los muertos]; ese conocimiento ya no está a su alcance” (1962, 226).

Una oración hebrea, enfatizando la necesidad de confiar en Jehová únicamente, declara: “Abraham no nos conoce” (Isa. 63:16), es decir, él está desinformado de la actividad terrenal, por eso es incapaz de socorrer al pueblo israelita. Los muertos no pueden revelar los consejos secretos de Dios, pues la justicia de Jehová es bien conocida para el que estudia su ley (comp. Deut. 29:29).

Es cierto que los muertos no pueden traer consejos espirituales desde su morada como fue evidenciado en el caso del rico y Lázaro (Lc. 16:19-31). Aquí están los hechos: el hombre rico había muerto y su alma estaba en el Hades (un ámbito invisible). Él recordaba que sus hermanos quienes aún vivían en la tierra no estaban preparados para encontrarse con Dios; por eso, él quería advertirles. Es obvio que no podía hacerles llegar algún mensaje, de lo contrario no habría solicitado que enviaran a Lázaro. También nos revela esta historia que a Lázaro no se le permitió hacer un viaje a los ámbitos terrenales. El testimonio de las Escrituras es suficiente para preparar a los hombres para la muerte.

LA CHARLATANERÍA DEL ESPIRITISMO
Aunque no hay evidencia en lo absoluto, ni bíblica ni de otra índole, que los hombres puedan contactar a los muertos, debido a la naturaleza humana, esa esperanza late permanentemente en el corazón de muchos. Esto ha fortalecido un ambiente propicio para el fraude. El Dr. Robert E. D. Clark nos habla de un médium espiritista, el señor Blance Cooper, quien se “comunicaba” con un caballero llamado Gordon Davies, quien supuestamente había muerto en una batalla. Se imitaba la voz de Davies, se describían características inusuales de la casa, se predecía el futuro, etc. Sin embargo, resultó que Davies estaba vivo y no tenía ningún interés en el espiritismo (1999, 501).

El mago mundialmente famoso Harry Houdini continuamente desafiaba a los buscadores de espíritus. Él alegaba que no había una hazaña que pudiera perpetrar un médium que él no fuera capaz de duplicarla con magia inocente.

Que todos aquellos que honran a Dios rehúyan del mundo de lo oculto, a menos que quieran “creer la mentira” que conduce a la condenación (2 Tes. 2:9-12). La Biblia es clara: aquellos involucrados en las artes místicas “no entrarán por las puertas de la ciudad” (Apo. 22:15). Las palabras de Kippling aún son apropiadas

Oh, el camino de Endor es el más antiguo
Conduce directo a la casa de la adivina.
Como en los días de Saúl se hizo.
Y nada ha cambiado del sufrimiento que se avecina
Para aquellos que van camino a EndorΩ


BIBLIOGRAFÍA
  • Chandler, Russell. 1988. Understanding the New Age. Dallas, TX: Word.
  • Clark, Robert E. D. 1999. Wycliffe Dictionary of Theology. Peabody, MA: Hendrickson.
  • Davis, John J. and John C. Whitcomb. 1970. A History of Israel. Grand Rapids, MI: Baker.
  • Deane, W. J. 1962. Ecclesiastes. Pulpit Commentary. Vol. 9. Grand Rapids, MI: Eerdmans.
  • MacKnight, James. 1954. Apostolic Epistles. Nashville, TN: Gospel Advocate.
  • MacLaine, Shirley. 1983. Out on a Limb. New York, NY: Bantam.
  • Orr, James. 1939. International Standard Bible Encyclopedia. Vol. 2. Grand Rapids, MI: Eerdmans. 

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