lunes, 2 de diciembre de 2019

La Importancia de la Cronología Bíblica


De vez en cuando surge la pregunta de por qué hay tanta cronología en la Biblia. La respuesta fue proporcionada por Edwin Thiele, uno de los cronólogos bíblicos más reconocidos de los tiempos modernos.

La cronología es importante. Sin cronología no es posible entender la historia, porque la cronología es la columna vertebral de la historia. Sabemos que Dios considera que la cronología es importante, porque ha puesto gran parte de ella en su Palabra. Encontramos cronología no solo en los libros históricos de la Biblia, sino también en los libros proféticos, en los Evangelios y en los escritos de Pablo” (A Chronology of the Hebrew Kings, Grand Rapids: Zondervan, 1977, p. 7).

La cronología se refiere a las relaciones de los eventos bíblicos con las fechas reales dentro del marco del tiempo. Abordemos este asunto brevemente.

Primero, este punto es crucial. La validez de la religión cristiana depende de si ciertos eventos ocurrieron o no en el marco de la historia real.

Por ejemplo, si el "éxodo" de Egipto no ocurrió, como se describe en el Antiguo Testamento, entonces la religión israelita se basó en la ficción. El sistema hebreo fue algo preparatorio para la venida de Cristo y el establecimiento del cristianismo (ver Gálatas 3:24-25). Por lo tanto, si la historia del Antiguo Testamento no es cronológicamente sólida, el cristianismo mismo se basa en un fundamento falso.

Si Jesús de Nazaret no vivió, murió y volvió a la vida, dentro de los parámetros de la realidad histórica, el cristianismo es un mito. Es absolutamente imperativo, por lo tanto, que Jesús se arraigue en la verdadera historia del "calendario".

Por consiguiente, vincular ciertos eventos a fechas verificables en la historia es un elemento vital de la verdad bíblica. Algunos eventos bíblicos son ambiguos en términos de fecha; otros son más precisos. Sin embargo, la cronología de la Escritura es suficiente para el propósito previsto. Considere algunos asuntos de importancia cronológica.

Fecha de la creación

Si bien la Biblia no proporciona una fecha precisa para la creación del mundo, hay dos cosas claras.

  1. La historia humana se remonta a la misma semana de la creación del Universo (Génesis 1; Ex. 20:11; Mc. 10: 6; Rom. 1:20). No se puede defender una tierra de miles de millones de años, luego argumentar a favor de una humanidad "reciente" y, al mismo tiempo, mantener el respeto por la cronología de las Escrituras. Demasiados (incluso entre los cristianos) han comprometido la verdad bíblica en este asunto.
  2. La información genealógica en el registro bíblico limita la longevidad del hombre a un lapso de miles de años, no de millones (Génesis 5; Lucas 3:23ss). Desde el presente hasta la época de Jesús son poco más de 2,000 años. De Cristo hasta Abraham también transcurrieron dos milenios. Solo hay veinte generaciones (teniendo en cuenta, por supuesto, que había una mayor longevidad) de la historia humana desde Abraham hasta el evento de la Creación. Por lo tanto, no es posible que el hombre haya estado en este planeta durante millones de años, como alegan los discípulos de Darwin.

    La cronología del dogma evolutivo es falsa. Sin embargo, muchos, aparentemente, no son conscientes de cuánto han absorbido de esta cronología errónea. ¡Esto se aplica la iglesia, a los ministros, e incluso a los profesores universitarios, que deberían haber estudiado el asunto con más cuidado y estar informados, en lugar de ser influenciados por los medios de comunicación superficiales y los defensores más sofisticados del darwinismo!
Perspectiva histórica

También es útil tener una imagen general de la cronología bíblica para poner la historia en perspectiva de desarrollo. El estudiante de la Biblia debe tener un sentido del flujo histórico. Aquí hay algunos puntos clave de la cronología bíblica que el estudiante debe aprender.

  1. Abraham vivió unos 2,000 años antes de Cristo.
  2. David reinó sobre Israel aproximadamente 1,000 años antes de que naciera el Salvador.
  3. Jesús nació alrededor del 5 ó 4 a. C. (este cálculo tiene en cuenta un error en el calendario primitivo); ahora se cree generalmente que el Señor murió en el año 30 d. C. La iglesia se estableció cincuenta días después (Hechos 2).
  4. Desde Hechos 2 hasta Hechos 18 (ver vv. 1-2, 12) hay pocos datos seculares que se conecten con eventos bíblicos de manera precisa. Por lo tanto, algunas de las fechas, como la conversión de Pablo (Hechos 9), o la introducción de los gentiles en la iglesia (Hechos 10), es motivo de cierta especulación, y variará ligeramente de un erudito a otro.
  5. Pablo fue ejecutado en Roma alrededor del año 67 d. C., y la ciudad de Jerusalén fue destruida por los romanos tres años después.
  6. Juan escribió el último libro del Nuevo Testamento (Apocalipsis) alrededor del año 96 d. C.
Conclusión

La cronología es importante. Y es vital que el estudiante establezca algún sentido a los contextos históricos en los que se ubican los eventos bíblicos significativos. Es un grave error descartar la cronología de las Escrituras como un asunto irrelevante, como lo han hecho muchos.


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