Nunca me ha gustado el uso de
términos tales como “liberalismo” y “antiismo” porque me parece que las
personas se podrían prejuiciar contra un punto de vista (simplemente por la
terminología empleada) antes de examinar la evidencia relevante. Pero realmente
no conozco otra mejor manera de hacer lo que se tiene que hacer (Me gustaría
recibir sugerencias de los demás, de cómo lo expresarían).
En todo caso, estoy convencido de
que las dos cosas a las cuales me refiero como “liberalismo” y “antiismo” han
sido problemas muy muy serios a lo largo de la historia de la humanidad. El
objetivo básico de este tema de introducción es tratar de explicar por qué este es el caso. Esto nos lleva
al prerrequisito de presentar las definiciones de ambos términos.
¿Qué es el “Liberalismo”?
La Biblia es muy clara en cuanto
a que Dios demanda que los hombres hagan únicamente lo que Él autoriza en Su
palabra. Hemos discutido acerca de este tema en otras controversias y a lo
largo de estos veinte años de ministerio. El cristianismo es la religión de la autoridad bíblica. Son
cientos los libros y tratados enseñando el tema de la autoridad bíblica.
Liberalismo, en el sentido que
estamos usando el término aquí, puede tomar una de dos formas: (1) sostener que
nadie está bajo la obligación de tener autorización de la Biblia para lo que
haga en religión o (2) sostener que, para poder agradar a Dios uno debe tener
autoridad bíblica para lo que haga en religión pero defender que algunas
creencias/prácticas están autorizadas por la Biblia cuando ese no es el caso.
Para facilitar una referencia al
lector, cuando me refiera a “Liberalismo” me estaré refiriendo a la
defensa/práctica de hacer lo que la Biblia no autoriza, y que por eso mismo
hecho lo que se hace está prohibido.
¿Qué es “Antiismo”?
En tajante contraste con el
liberalismo, el antiismo prohíbe lo que la Biblia autoriza. El antiismo no
niega que uno deba tener autoridad bíblica para lo que se hace en religión. El
error básico del antiismo es prohibir
lo que la Biblia autoriza. Lo que
está prohibido varía dependiendo de las formas del antiismo. Por ejemplo,
aunque la Biblia autoriza que las iglesias tengan un predicador “local”,
algunos hermanos antis niegan esto, afirmando que las congregaciones deberían
practicar lo que ellos llaman “ministerio recíproco” (o mutuo). Otros hermanos
antis sostienen que una iglesia local no debe usar sino una sola copa para
servir el jugo de uvas durante la Cena del Señor. El uso de varias copas está
autorizado, pero sin importarles eso estos hermanos lo prohíben. Otros hermanos
antis se oponen a la realización de varias clases simultáneas antes del
servicio de adoración. Y cosas semejantes a las mencionadas.
Una ilustración de la Diferencia entre Liberalismo y Antiismo
Supongamos que el señor Smith, un
agricultor, tiene tres hijos. También tiene una vaca y un gran pastizal donde
esta puede alimentarse. Smith tiene una comprensión vasta acerca de lo que la
vaca necesita para comer y estar saludable. También conoce el suelo y las
plantas muy bien. Debido a este conocimiento, el señor Smith ha determinado que
su vaca debe estar atada en un lugar específico en el pastizal y con una soga
de no más de cien pies de largo. Así que, cuando usó a sus tres hijos de manera
alternada para la tarea de atar la vaca, los instruyó a atarla con una soga que
le permitiera un espacio de cien pies (permitiendo así que la vaca caminara y
comiera de todo dentro de un círculo que tenía un radio de cien pies—y por
ende, un diámetro de doscientos pies).
De manera que el señor Smith le
dice el lunes a su hijo Juan que ate la vaca. “Cuando ates la vaca, asegúrate
de que usas una soga de 100 pies”. Juan responde a su padre: “Papá, lo haré
como usted dice”. Pero luego va al pastizal y ata la vaca con una soga de 150
pies. Juan actuó, en respuesta a las instrucciones de su padre, en la misma
forma básica que los liberales tratan con la Biblia. Atar la vaca con una soga
de 150 pies (50 más que los autorizados por su padre), le permite a la vaca
comer hierba/plantas que el padre del joven no quiere que ella coma (comp. 2
Jn. 9-11; Col. 3:17).
El martes, el señor Smith le pide
a su hijo Bill, “lleva la vaca y átala con una cuerda de 100 pies”. En
respuesta Bill le dice: “Así lo haré padre”. Pero Bill va y ata la vaca con una
soga de 50 pies. Al hacer esto, él evitó que la vaca comiera
hierba/plantas que el padre sabía que la
vaca necesitaba y que él quería que ella comiera. Bill actuó, en respuesta a
las instrucciones de su padre, en la misma forma básica en la que un anti
reacciona a la enseñanza bíblica. Juan permitió lo que el padre no había
autorizado; Bill prohibió lo que el padre había autorizado (comp. 1 Tim. 4:1-5;
Gál. 2:3-5).
Luego, el miércoles, el señor
Smith dijo a su hijo Joe, “Lleva la vaca al pastizal y átala con una soga de
150 pies”. En respuesta Joe le dice: “Lo haré tal como me lo ha pedido, Padre”.
Y Joe hizo exactamente como su padre le había autorizado hacer: Ató la vaca con
una soga de 150 pies.
Pudiera ser de gran utilidad que
el lector se beneficie con el libro del hermano Thomas B. Warren, “LECTURES ON
CHURCH COOPERATION AND ORPHAN HOMES”. En él aprenderá muchas cosas acerca de
los temas obligatorios y los temas de
opinión.
La alegación básica del
Liberalismo (por lo menos en la rama de liberalismo en la cual enfoco este
estudio) es: todo lo que no está específicamente (explícitamente) prohibido (o
señalado como malo) está permitido. Esta alegación es defendida por la Iglesia
Cristiana. Si esta alegación es verdadera (¡no
es verdadera!) entonces se sigue que: (1) la Biblia no es realmente
autoritativa, (2) una congregación podría usar (como algo adicional o como un
sustituto del pan que el Nuevo Testamento autoriza) bistec en la Cena del
Señor, (3) denominacionalismo, (4) el uso de música instrumental en la adoración
a Dios, etc.
El Antiismo prohíbe
lo que está autorizado por el
Nuevo Testamento. Esto incluiría cuestiones tales como: (1) la existencia de
escuelas bíblicas en los cuales se enseña la Biblia como parte del currículum,
(2) que una iglesia ayude a otra en asuntos espirituales, (3) que una iglesia
dé ayuda económica a alguien que no sea cristiano, (4) que una iglesia tenga un
predicador “local” quien predica el evangelio regularmente tanto a la iglesia
como a los inconversos recibiendo un salario estipulado y regular, (5) que una
hermana enseñe una clase de niños y/o mujeres como parte de la obra de una
iglesia local, (6) que una iglesia tenga, como parte de su obra, varias clases
simultáneas antes o después de la adoración, etc.
La “soga de la verdad” representa
a las personas que ni permiten (ni practican) lo que el Nuevo Testamento no
autoriza ni prohíben lo que la Biblia autoriza. Estos fieles ni tratan los
asuntos de obligación como si fueran
asuntos opcionales ni tratan asuntos opcionales como si fueran una obligación.
Hay en el presente en la iglesia
de Cristo hermanos que claramente están trabajando para lograr una fusión con
la Iglesia Independiente Cristiana—o por lo menos lograr una situación en la
cual los miembros de la iglesia de Cristo tengan “comunión” con la Iglesia
Cristiana. Pero la Iglesia Cristiana está mal tanto en su punto de vista básico
como en su práctica. Al sostener que uno no necesita la autorización del Nuevo
Testamento para lo que haga en religión, ellos rechazan la autoridad de Cristo.
Al hacer esto se convierten —en el mejor de los casos— en una secta. Ellos
sostienen que tenemos permitido hacer en asuntos religiosos toda y cualquier
cosa que no esté específicamente prohibida (condenada por). Al sostener este
punto de vista, ellos abren de par en par las puertas que permiten cualquier
cosa concebible. Para unos breves ejemplos de esto, ¿dónde está el pasaje que
prohíbe explícitamente la existencia de una “Papa”? ¿Dónde está el pasaje que
explícitamente prohíbe a alguien hacerse miembro de la iglesia mormona? ¿De la
iglesia luterana? ¿De la religión musulmana? ¿De la Iglesia Bautista? ¿De la
Iglesia Católica Romana? ¿De la religión budista? ¿Dónde está el pasaje del
Nuevo Testamento que explícitamente prohíbe que se acompañe el pan de la Cena
del Señor con bistec? Y así podríamos continuar con más asuntos como estos si uno acepta la premisa básica de la
Iglesia Cristiana.
Toda persona que habiendo creído
en Jesús y habiéndose arrepentido de sus pecados, se ha bautizado en Su nombre (por
Su autoridad) es un hijo de Dios (alguien salvo por la sangre de Cristo, es un
miembro de la iglesia por la que Jesús murió [pues Jesús es el que añade a Su
iglesia]). Pero es posible que las personas que son miembros de la iglesia de
Cristo se conviertan en apóstatas—es decir, que caigan de la gracia (Gál. 5:4; 2
Pe. 2:20-22; etc.).
Cuando los hombres se muestran en
infidelidad a Cristo y son impenitentes absolutos en su infidelidad aun cuando
otros amorosamente les han exhortado a lo contrario (en armonía con lo que la
Biblia enseña con respecto a esto), entonces ya no pueden ser considerados para
tener comunión con el fiel pueblo de Dios. Aquellos que rechazan la ley de Dios
de la autoridad y quienes, en consecuencia, hacen cosas que no están
autorizadas como utilizar instrumentos mecánicos de música en la adoración a
Dios, no deberían ser considerados como hijos de Dios fieles.
El verdadero autor es: Thomas B. Warren, Ph.D.
ResponderEliminarHola Álex. Nadie ha afirmado que Warren no sea el autor o que el autor sea Rolando Rovira. Simplemente comparto materiales propios y de otros para edificación. No se coloca el nombre porque no tengo permiso de traducción. Pero pronto. También hay temas de Wayne Jackson. Saludos.
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