lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Están prohibidos los múltiples “contenedores” En la distribución de la Cena del Señor?

¿Enseña Mateo 26:26-29 que la iglesia debe usar solamente (contenedor) cuando se sirve la comunión en el servicio de adoración de la iglesia local en el día del Señor?

El sagrado texto mencionado arriba dice lo siguiente:

“Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre”.

BEBAN ESTA COPA

Algunos cristianos alegan que sólo se puede utilizar un solo contenedor en la distribución del fruto de la vid durante la celebración de la Cena del Señor. Los abogados de esta posición contienden que hay una gran importancia en el hecho de que Jesús tomó “una copa” cuando Él instituyó el fruto de la vid como recordatorio de Su sangre. Este solitario contenedor, dicen ellos, fue un precedente para todos los tiempos. Supuestamente, también era el emblema del único pacto vigente de Dios con los hombres, el Nuevo Testamento.

En la raíz de esta doctrina hay una falta de reconocimiento en cuanto al hecho de que el contenedor realmente no tiene importancia alguna; en cambio, el uso de la palabra “copa” en este párrafo es una figura de lenguaje conocida como Metonimia, es decir, “cuando se pone el nombre de una cosa pero refiriéndose a otra”. Una discusión detallada de dicha figura puede hallarse en los cientos de textos sobre hermenéutica que circulan por la hermandad y que son útiles para adiestrarse en la ciencia de la interpretación bíblica.

Una forma de metonimia se da cuando “el contenedor es mencionado en lugar de su contenido”. Nosotros empleamos comúnmente esta figura cuando expresamos frases tales como: “¿Le gustó el té? ¡Sí, claro, me tomé dos tazas!”, o “Deme un vaso de agua, por favor”. Cuando Moisés declaró que “la tierra se había corrompido delante de Dios” en los días de Noé (Gén. 6:11), no estaba refiriéndose al orbe de tierra, sino a la gente que lo habitaba. Similarmente, cuando Juan escribió que “de tal manera amó Dios al mundo” (Jn. 3:16), tampoco se estaba refiriendo al globo terrestre sino a su población. El “contenedor” representa a su “contenido”.

Que Jesucristo no estaba poniendo énfasis en el contenedor material debe ser obvio tomando en cuenta los siguientes hechos:

1.       El mismo lenguaje se usa para referirse tanto al “pan” como a la “copa”. Uno debe ser comido y la otra debe ser bebida. Ya que el pan (no el plato) fue el que recibió el énfasis como el elemento primario, similarmente, “el fruto de la vid” (no un contenedor) llevaba el enfoque de segundo elemento. Observe que en 1 Corintios 10:21 hay una referencia a la “copa” y a la “mesa”. No debe tomarse uno literal y el otro figurado. Si la “copa” es literal, la “mesa” lo sería también. Y si la “mesa” es figurada, entonces debe ser figurada la “copa” también.

2.       Los discípulos fueron instruidos inicialmente a “beber la copa”, cuya expresión significa: “suplirse de(sde) aquello que tomamos (en las manos), lo que recibimos, lo que nos es dado” (J.H. Thayer, Greek-English Lexicon of the New Testament, Edinburgh: T.&T. Clark, 1958, p. 191; Considere también que poterion (cup) se usa en Lucas 22:20, donde Thayer observa que “copa” representa a su contenido — p. 533). La referencia es a la sustancia bebida, no a su contenedor.

3.       La “copa” fue “derramada” (Lc. 22:20); “repartida” (“dividida”, en la expresión griega original, Lc. 22:17); y “bebida” (Mat. 26.27). Todos estos términos se refieren al líquido y no a un contenedor sólido.

4.       La consecuencia lógica de la doctrina de “Una Sola Copa” revela la falacia de la teoría. Si el uso del término “copa” demanda que una iglesia esté restringida al uso de un solo “contenedor” en su práctica de la comunión, y sin embargo, esa “copa” representa al Nuevo Testamento entonces cada iglesia debería igualmente restringirse a usar “una sola copia” del Nuevo Testamento en su programa de enseñanza. Por supuesto que sus defensores no aceptan esta conclusión. La realidad del asunto es que “la copa” representaba la “sangre” del Salvador, no al Nuevo Pacto. El nuevo pacto se menciona simplemente porque fue mediante la sangre de Cristo que éste pudo entrar en vigencia (He. 9.15ss). Una cuidadosa lectura del versículo 28 (Mateo) corregirá la falacia de la teoría de “Una Sola Copa”.

5.       Que la “copa” no es el contenedor se describe aún más vívidamente en el registro de Lucas. Él dice que Jesús, “habiendo tomado una copa, después de haber dado gracias, dijo: Tomad esto y repartidlo entre vosotros…” (Lc. 22:17). La palabra griega para “repartir” es diamerizo, la cual significa “dividir” o “separar en partes” (comp. Mat. 27:35). ¿Dividieron los discípulos un contenedor? Por supuesto que no. Dividieron el fruto de la vid, el cual, incidentalmente, muy probablemente fue vertido en múltiples contenedores para facilitar su ingesta por todos. Frederic Godete observó: “La distribución (diamerisate) pudo tomar lugar de dos formas, o por tomar cada uno de una copa común, o vaciando el fruto de la vid de una copa en la copa de cada uno. El término griego apoya mucho más el segundo punto de vista” (A Commentary on the Gospel of Luke, Edinburgh: T.&T. Clark, 1879, Vol. II, p. 289).

6.       Que el uso de “copa” no hace énfasis en el contenedor también puede notarse en el uso que Pablo da al término en una de sus epístolas. Durante los tres años y medio de residencia del apóstol en Efeso (Hch. 19:1ss), escribió una carta a los santos en Corinto, quienes estaban del otro lado del Mar Egeo, a doscientas cincuenta millas oeste. Allí les dijo: “La copa [singular] de bendición que bendecimos [plural]…” (1 Cor. 10:16). Observe los términos “copa” y “bendeciMOS”. Es obvio que “copa” no se puede referir a un solo contenedor, como podemos ver en el hecho de que Pablo en Efeso, y sus hermanos en Corinto, estaban compartiendo la misma “copa”, es decir, una sustancia en común (fruto de la vid), lo cual refleja una idea espiritual, representando a la sangre de Cristo y no a un contenedor.


Es un motivo de gran consternación que el cuerpo de Cristo haya sido dividido por causa de tan frívolo motivo, y el error de las personas que no pueden comprender el uso de una sencilla figura de lenguaje. Ω

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