Si todas las organizaciones religiosas fueran
aprobadas por Dios, entre aquellas con las que uno se podría identificar, la
masonería sería la mejor de ellas.
Si, por otro lado, el Señor honra únicamente un
organismo de redención —la iglesia que Él planeó, y por la cual su Hijo murió
(Hch. 20:28) entonces se seguiría que la afiliación con cualquier sistema
religioso diseñado por el hombre sería una desviación de la voluntad de Dios.
Ocasionalmente se nos pregunta acerca de la
naturaleza de la Francmasonería o masonería (La Logia Masónica). ¿Es esta
institución simplemente una inocente organización fraternal a la cual un
cristiano puede unirse sin culpa en ello? ¿O participa ésta de una naturaleza religiosa?
Hay quienes —aun entre los cristianos—
argumentan que no hay nada intrínsecamente malo con la logia masónica.
Cualquier cuidadoso estudiante de la Masonería
descubrirá, mediante una exhaustiva investigación, que la institución es religiosa
en muchos aspectos. El siguiente testimonio de una competente autoridad
masónica aportará amplia evidencia del carácter religioso de esta llamada
“sociedad secreta”.
Testimonio másonico
El Dr. Albert G. Mackey era quizá la autoridad
masónica más reconocida que ha existido. Su monumental Enciclopedia de la Francmasonería es una obra estándar entre los
masones. De este volumen cito:
No estoy dispuesto a
limitarme, en cuanto al asunto del carácter religioso de la masonería, tanto
como lo han hecho los hermanos tímidos. Por el contrario, Yo contiendo, sin
ningún tipo de titubeo, que la Masonería es, en el completo sentido de la
palabra, excepto uno, una institución filosófica en una medida menor pero
eminentemente religiosa. Que sin duda es debido a este elemento religioso que
debemos su origen y continuada existencia, y que sin este elemento religioso
apenas sería digna de cultivo por parte de los sabios y los buenos (1874, p. 640).
Charles Albert Snodgrass, un masón 32Â, escribió:
Pocos masones, si
acaso algunos, sin importar su rango o nivel, han aprendido mucho de su
profunda filosofía, su significado religioso o fe, o sus verdades científicas y
espirituales (Light From the Sanctuary of the Royal Arch, p.
ix).
El señor Snodgrass incluso llegó
a afirmar que la Masonería es “una
fraternidad de enseñanza espiritual y fe mediante alegorías y ciencia moral por
medio de símbolos” (p. xvi). “Su
propósito es inculcar la debida reverencia hacia el Supremo Dios y la verdadera
hermandad entre los hombres” (p. 162). Estas citas hablan elocuentemente.
Otra autoridad es aún más
explícita
Por consiguiente nos vemos conducidos inevitablemente a la conclusión
de que la Masonería no es de origen humano sino divino… Ahora, hermanos,
percatémonos de que Dios es el Autor de nuestra gran y gloriosa institución,
que Sus divinas verdades fueron reveladas por Él a los más antiguos
representantes de nuestra hermandad — que estos principios dados por Dios han
sido expuestos y practicados en cada época del mundo, y que la Masonería es
infinita, eterna y espiritual y que para ser masón ciertamente y en verdad el
espíritu de la masonería debe morar dentro de nosotros, y dominar nuestras
vidas (Taylor-Hamilton Monitor of Symbolic Masonry, pp 14, 20).
En una edición de la revista La Nueva Era, el periódico oficial de
los Ritos Masónicos Escoceses, se asegura que a los masones “se les enseña que deben construir un templo
más durable que los de granito o mármol — un templo compuesto de piedras vivas,
un edificio espiritual, una casa no hecha con manos, eterna en los cielos” (Abril,
1953, p. 228)
Una comparación de esta cita con
2 Corintios 5:1 y 1 Pedro 2:5 revelará que es escritor masónico sacó sus
descripciones de la Biblia.
Citas similares a las anteriores
podríamos mostrar por montones. Sin embargo, seguramente éstas serán
suficientes para establecer claramente que los eruditos líderes de la fe
masónica consideran que su sistema es una religión, y ninguna persona informada
puede negarlo.
Simbolismo Masónico
Aun sin las confesiones previas
de parte de las autoridades masónicas, una consideración de los múltiples símbolos
que son parte de la fábrica de la masonería revelaría la esencia religiosa del
sistema.
El dirigente de una logia local
es denominado “Venerable Maestro” (en contraste con Mat. 23:8-10), y entre
otros títulos, están los de “Primer Diácono” y “Segundo Diácono”. Entre los
“cristianos” masónicos, el Venerable Maestro es un símbolo del Redentor
Jesucristo (Snodgrass, p. 47)
Existen 33 grados en la masonería,
comenzando con El Aprendiz y que finalizan en el Soberano Gran Inspector
General. Los primeros tres grados son conocidos como la masonería azul. Estos
tres grados son muy importantes, al punto de que como Snodgrass lo expresa,
ellos son “donde comenzamos a ver la luz” (p. 40)
¿Puede usted imaginarse a un
cristiano con veinte años de vida espiritual, uniéndose a una logia masónica y
tener que confesar que ahora es “comienza a ver la luz”? ¿Cómo podría armonizar
una confesión así con Colosenses 1:13?
Cuando los masones logran el
grado de Aprendiz, se les dice que han pasado de las tinieblas a la luz. Al alcanzar
el segundo grado, se afirma que tal ha pasado de la ignorancia al conocimiento
(Tennessee Craftsman, p. 38)
Nuevamente pregunto, ¿cómo podría
un hijo de Dios participar en tal burla de las Escrituras?
El tercer grado de la masonería,
conocido como el Maestro, está basado en el alegado asesinato de Hiram Abiff,
un ciudadano de la antigua fenicia, quien era un contemporáneo del rey Salomón
de Israel.
Según el Antiguo Testamento, el
rey de Tiro envió a Hiram a asistir a Salomón en la edificación del templo. La
tradición masónica alega que Salomón, el rey de Tiro y el arquitecto Hiram
entraron en un solemne acuerdo de nunca revelar la “palabra” secreta del
Maestro (una contraseña), hasta que el templo fuera terminado. ¡Supuestamente
esta palabra era el verdadero nombre de Dios!
Según continúa el relato
masónico, un día, antes de la terminación del templo, Hiram fue atacado por
tres trúhanes quienes le exigieron la revelación de la palabra secreta. Cuando
él se rehusó, fue asesinado. En la ceremonia masónica, el Venerable Maestro,
jugando el rol de Salomón, levantará a Hiram (representado por un candidato) de
entre los muertos, usando un secreto apretón de manos designado como “la uñada
del león”, para luego administrarle los “cinco puntos de la comunión”.
Pero la historia masónica
contradice a la genuina historia bíblica. En el Antiguo Testamento, el registro
es claro en cuanto a que Hiram finalizó la
obra a la que se le asignó en la edificación del templo (vea 1 Reyes 7:40; 2
Crón. 4:11). Él no fue asesinado antes de esto, como lo cuenta la leyenda
masónica.
El salón de la Logia Masónica
usualmente se localiza en un Aposento Alto ya que los lugares en alto son
sagrados y peculiarmente apropiados para los propósitos religiosos (Tennessee Craftsman, p. 19). El salón
de la logia supuestamente representa el universo mientras que el techo de la
logia representa el cielo “donde todos
los masones esperan llegar al final” (Tennessee
Craftsman, p. 21) — incluyendo a los judíos masones, musulmanes masones,
etc. ¿Cómo podría un cristiano apoyar un error así?
El símbolo masónico, incluyendo
la escuadra, el compás y la letra “G” es un ejemplo adicional del carácter
religioso del sistema masónico. El compás significa “la fe” y la escuadra “la
razón” (Snodgrass, p. 28). La “G” representa a la Geometría; finalmente es una
referencia al “Gran Geometrista del Universo” (Mackey, p. 302), es decir, Dios.
El compás está en los 60º haciendo un triángulo equilátero, el cual se considera
“sagrado” (New Age, p. 209)
El delantal masónico, el cual se
usa en ceremonias, funerales, etc., mide aproximadamente 14 pulgadas de ancho y
12 de largo. Es blanco (como emblema de la inocencia y la pureza) y es
fabricado con piel de cordero, lo cual también representa la inocencia (Mackey,
p. 302). Al recibir el delantal a los masones se les dice:
Si lo llevas sin mancha ni tacha, serás recibido en las puertas de
perlas del cielo y serás presentado con la túnica blanca y pura de la justicia,
la cual reluce en resplandor, incrementando en gloria hasta el día perfecto (Tennesse Craftsman, p. 60)
Tal sentimiento ignora los requisitos del
evangelio, y refleja un irrespeto hacia la verdad bíblica.
Evidencia adicional del peso religioso de la
Francmasonería se ve en los ritos del bautismo y la comunión masónica
El ‘Bautismo masónico’
es simplemente una lustración o purificación mediante agua, una ceremonia que
fue común en todas las antiguas iniciaciones (Mackey, p. 107)
¿Qué clase de purificación necesitará alguien
buscar mediante la masonería que no esté ya establecida en el sistema redentor
de Jesucristo?
Con respecto a la comunión masónica, Mackey
escribe:
El pan y el vino
consagrado, es decir aquellos que no se usan como un simple alimento, sino que
se hacen sagrados al representar el vínculo de hermandad, y el comer y beber de
lo que algunas veces llamamos “La Comunión de los Hermanos”, se encuentran en
uno de los más altos grados, tales como la Orden del Sumo Sacerdocio en el Rito
Estadounidense (p.
126)
Conclusión
No creo posible que un lector honesto pueda dar
una revisión al material anterior y no ver que el sistema masónico es
eminentemente religioso, y que como tal está con contradicción con el
cristianismo.
Ningún cristiano debería desear convertirse en
un masón. Y aun cuando muchos, indudablemente con gran sinceridad, se han unido
a este cuerpo, no percatándose de la naturaleza religiosa de este organismo,
cualquier cristiano que mantenga su membresía allí debe abandonarla
inmediatamente. El verdadero cristianismo no permite compromisos de ese tipo. Ω
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